miércoles, 13 de febrero de 2008

Pensamientos en Floris Hotel.

Escuchando John Meyer un artista que creia que no me gustaba pero de verdad me gusta, a las 12:08 de la noche, pienso en tantas cosas y en casi nada.
Siento que por fin camino por la via correcta en mi vida. Siento que de alguna manera si estoy creando mi mundo, mi felicidad, mi vida. Y por ende creo que ayudo a otros a ser felices. Por lo menos eso es lo que espero, y deseo de todo corazon.

Ya mi vida no es el drag que anes era. Trato cada dia mas de ser mejor, de ver las cosas de mil maneras, todas las maneras menos la negativa. A veces es dificil, otras mucho mas facil. Me refugio en l sonrisa de mi hija, cada vz que me siento triste o desconsolado. Cuando las cosas no me salen tan bien, solo cierro lo ojos y veo la mirada de mi bebita de 3 años y todo vuelve a ser de colores. Es mi happy place, para llamarlo de alguna manera.

Recapitulo las bendiciones que tengo en la vida, muchas veces reprochándome por quejarme a tan pequeñas cosas. Debo decir que hay personas y situaciones que si extraño muchisimo, aunque hoy las entiendo mejor y son pare de mi aprendizaje. A una persona que me hace falta todos los dias es mi madrina Maruja. Para mi ella era esa persona que no impora que hiciera, siempre estaba allí para mi, para darme amor, a traves de su comida, de sus palabras, o quiza solo de sus oidos.De verdad al sol de hoy, la extraño, como a nadie. La extraño como a una madre que ya no esta aqui físicamente. Me encantaría tener su consejo ya de una mama para su hijo adulto en muchas cosas.

Las situaciones que extraño son definitivamente de mi niñez. No por ser un niño, sino por sentirme como tal. No preocuparme por nada, vivir las vida mientras fluya y como fluya, Veo a Emma hoy en día, como se entretiene sencillamente con unos pocos colores y una hoja de papel, o como le encanta que le dibuje círculos, cuadrados y triángulos en el espejo empañado del baño y me pregunto donde quedo la sencillez de ver lo bonito en todas y cualquier parte. En que parte del camino se perdió la simplicidad de sencillamente sonreír y ser feliz.

Imagino que estoy aprendiendo a vivir, o "in repair" como dice la canción de Meyer que escucho mientras escribo. Estoy agradecido que a mis 30 años tener la oportunidad, de rectificar el rumbo, a un septentrion que por primera vez siento que es el correcto. Hoy camino seguro, sabiendo que cada paso me lleva al lugar donde debo y quiero estar. Mientras aprendo camino, para pronto correr y llegar y de mi mano todas las personas que amo.

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