lunes, 28 de marzo de 2011

Recuerda Todo Lo Que Digo.



Recuerda todo lo que digo.

Los amores solo terminan en desilusión, en tristezas profundas. Siempre hay “peros”, hay “aristas” que no los dejan florecer. Si no es el miedo, es el estado civil, y si no es el tiempo que corroe sus bases.

Siempre buscaremos la manera de destruir el amor. Y si no la encontramos, inventamos una. Lo que sea para salir corriendo al lado contrario de los que nos da la vida, los que nos regala y nos pone en bandeja de plata. Para que enamorarnos si vamos a salir heridos tarde o temprano? Una frase tan cierta, como decir: “Para que vivir si al final morimos?

Se derrumban las paredes, la cobardía en el ambiente. Perdimos la noción del tiempo y del espacio ubicándonos desesperadamente en la irreverente intención de tener momentos de felicidad. Como se nos ocurre? Como ofender a los dioses del drama y del dolor con esta hazaña? Quienes nos creemos para sentir que por un momento podemos sentirnos completos?
Resulta que llegamos a la tierra para vivir en sufrimiento. Por eso hacemos lo perfecto nuestra meta sabiendo que nada realmente lo es. Aquella persona que nos vendió la felicidad es un farsante, un payaso que nos jugó una broma pesada.

Ni lo material, ni lo espiritual, ni mucho menos esa triste historia de esa mentira llamada amor. Eso no existe, eso lo crearon las novelas y las historias donde las princesas siempre se casan con los príncipes. Rompe los corazones en San Valentín, bota los CD’s de Juan Luis Guerra y cualquier otro que hable del amor. No escuches necedades sobre como la vida se compone de sinfonías llena de notas y silencios. Rompe los recuerdos que te mantienen vivo, total, seguro fueron recuerdos bonitos que terminaron en amargura y desconsuelo. El amor no tiene vericuetos, es mas bien un camino directo y sin obstáculos a la infelicidad.

No vale la pena añorar un beso. Mucho menos vivirlos. Esos abrazos que te hacen sentir en casa a la final son arrasados por el tornado del miedo. Tórnate insensible, es la mejor manera de nunca salir herido y no llorar.

Las promesas de amor eterno son una estupidez. Quien ama para siempre? Si seguramente nos toma una sola semana olvidarnos? Total que tanto hay que recordar?

No gastes saliva en decir te quiero, mucho menos te amo. Sabes lo que eso implica? El dramatismo de esas palabras, pueden romper diamantes. La magnitud de su significado puede hacer que el eje de la tierra se mueva sin control. Que ridiculez. Son solo consonantes y vocales.

Jamás te permitas amar. No permitas engatusamientos, ni voces que te pongan nerviosa. Total eso que sientes, ni siquiera vale la pena. Pronto acabaras por no sentirlo mas.

Espera hasta el final de tu vida, seguro que allí encontrarás la felicidad. No pierdas tiempo en el camino, ni en esos supuestos “momentos de felicidad” de los que hablan por allí. Para que esforzarte a ser feliz, si seguramente cuando seas viejo recibirás toda la felicidad que no recibiste en toda tu vida. Anda, trabaja, haz dinero, que eso es lo mas importante.

Ahora. Recuerda todo lo que digo... Y haz exactamente lo contrario.

3 comentarios:

  1. Otra que me gustó mucho.. Sobre todo porque me veo reflejada en esos momentos en los que el corazón habla desde el dolor. Pero siempre la vida nos da nuevas oportunidades para amar (y ser amados). Venimos del amor y estamos hechos para amar, aunque no siempre somos asertivos. Abrazo!

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  2. Creo en el amor. Sólo que para mi el amor no es tal cual lo describes. El amor es respeto, el amor es lealtad. Amar es incluso saber alejarnos de la persona a quien ya no amamos con sinceridad, saber decirle adiós.
    Creo en el amor, en el de las canciones de Juan Luis Guerra, creo en quien me dice te amaré siempre, porque sé que lo siente cuando lo dice, al menos en ese momento, ignorando totalmente que nacimos para cambiar. Sólo me gustaría que seamos capaces de apartarnos cuando ya sabemos que eso que nos llevó a prometer amor eterno sencillamente se transformó, porque el amor es como la energía, no muere, pero sí se transforma.
    PD. Aún no he matado a ninguna hermana de campanita

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