Ayer fui al Centro Lido a buscar unas cosas. Trabajé en el Centro Lido por 2 años, hace como 3 años. En ese periodo me hice muy amigo de uno de los señores que estacionaba los carros. El Lido realmente es un desastre con respecto al estacionamiento este señor siempre me ayudaba recibiéndome el carro o buscandme un puesto. Trabajaba en una de las "calles" del estacionamiento, a la que acudía directamente, en el caos de no conseguir un puesto, lo que era bastante común.
Hace 3 años o más, tenía sin ir al Centro Lido. Y estaba el mismo señor, en la misma calle, con la misma cara de cansancio. Todo como si no hubiese pasado un día. Exactamente igual. La analogía era inevitable y me puse a pensar en lo "estacionado" que estaba el señor del estacionamiento.
Nos ha pasado a todos. Nos metemos en la rutina, de hacer lo mismo, por años y años, sin siquiera pensar en cambiar en lo más mínimo nuestra situación actual. Gente que tiene 10 años en un cargo, haciendo lo mismo, con temor basado a veces en su incapacidad de conseguir algo mejor y por aproximación en su incapacidad intelectual. Sin ánimos de mejorar. Seguir siendo el gerente que hace lo mismo en el mismo sitio, o el parquero que no ve más allá de lo que hace todos los días. Estacionar.
Se nos acaba la vida, y de pronto nos volteamos y nos damos cuenta que, no fuimos capaces de arriesgarnos a buscar algo diferente, a ponerle dinamismo a nuestra historia en esta tierra.
Para bien o para mal, hoy me atrevo, agradeciendo la circunstancias que me hicieron reflexionar. Prefiero siempre tener algo que contar.
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