En esos días que amanecemos tristes, y sin ganas de seguir, recordemos todas las cosas que tenemos y que damos for granted. Un libro que siempre marcó mi vida, fue el de "El Hombre en Busca de Sentido" de Viktor E. Frankl. Creo que ya lo he mencionado en este blog y si no, el libro trata de un prisionero de la segunda guerra mundial quien narra su historia dentro del Campo de concentración de Auschwitz y de como busca día a día razones para seguir viviendo. En resumen Frankl desarrolla la Logoterapia que se basa en buscar sentido en el propósito mismo de la vida. Recuerdo (lo lei hace años) que una frase se me quedó grabada, y era algo como: Si perdiste un dedo, fíjate en aquel que no tiene brazos, de pronto tu problema no será tan grande. Al ponerlo en perspectiva todo puede ser peor. Por ende dejas de enfocarte en lo que ya no consideras un gran problemas y sencillamente sigues adelante.
El punto es que debemos todos los días revisar todas las bendiciones que tenemos. Estar agradecidas por ellas (que bonito que las bendiciones sean femeninas). Desde el hecho de que tenemos ojos y podemos ver, hasta que tenemos una familia, y hasta que tenemos como comer todos los días. No hablo de conformarnos en ningún momento, pero si de agradecer las mil y una bendiciones que caen encima de nosotros todos los días. Las buenas noticias, el amor de las personas que nos rodean, el saber de nuevo de una vieja amiga quien te da buenas noticias. Todo eso y mas.
De verdad mi intención no es sonar como un libro de auto ayuda, nada mas lejos de la realidad. Reflexiono en como la vida trae a tu vida las cosas que necesitas cuando las necesitas más.
Yo por mi parte estoy agradecido de todo lo que tengo, de mi familia de mis amigos y sobretodo del amor que recibo todos los días que no es cuantificable. Doy gracias por que estoy rodeado de cosas bonitas, de cosas que me dan vida, no importa cuan cerca o lejos estén de mi. Esas cosas me dan fuerzas no solo para seguir adelante, si no para enviar de vuelta todo ese amor.
Ok, si, está bien estoy romanticón hoy, pero buej. también me toca de vez en cuando.
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