Hoy fui a ver Ratatuille con mi hijita Emma, en el Cines Unidos de Los Naranjos. Todo iba bien hasta que de pronto se empezó a desenfocar la película, hubo un momentos donde quitaron el sonido y hasta se fue la luz en el cine y se apago el proyector justo cuando estaba a punto de finalizar la película. Al instante entra la gerente de turno del cine ofreciéndonos disculpas ya que por las fuertes lluvias se había caído la electricidad en el centro comercial y por ende, en el cine.
Y yo pensando en que esto me pasaba a mi y al coyote del corre caminos. Paso un tiempo y de pronto entra la gerente de nuevo indicandonos que en breves momentos se reanudará la película y que por los inconvenientes causados nos pidió que conservaramos nuestros tickets para asistir a otra función. Yo me quede gratamente sorprendido y me alegré que aun existan empresas o personas (ya que no se si si esto fue una valiente decisión de la gerente) que crean en la calidad de servicio y mejor aun, lo presten.
Yo no se si vaya a ver otra película, pero el gesto no solo superó mis expectativas, sino que me hizo olvidar incluso de desenfoque de la película, la falta de sonido y de que hasta se fue la luz. Así como critico el mal servicio, en mi post anterior, también aplaudo los gestos de aquellas personas/empresas que además de hablar de una Venezuela mejor, trabajan y toman acciones para lograrla.
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