domingo, 1 de mayo de 2011

Venezuela de Esperanza.


Típico que en cualquier reunión que asistes, bien sea de amigos o conocidos, se cae en el muy evadido tema de Venezuela y la crisis que vive en estos momentos. Se esgrimen argumentos de todo tipo y nunca falta el muy merecido insulto al gobierno y sobretodo al presidente. Lo más triste de la conversación viene al final, cuando todos sacan sus conclusiones sobre como remediar la situación. Muchos quieren irse del país, otros no ven futuro y se resignan a vivir en un país que para ellos se acabó. Muy pocos tiene fé en que esto eventualmente va a mejorar.

Qué te queda si perdiste las esperanzas? En mi opinión, nada. Cómo vives sabiendo que no hay futuro? Más aún, porque no haces nada para generar ese futuro que deseas, de la manera que lo deseas. Cuándo fué que nos rendimos?

Yo comparo a Venezuela con un familiar o un amigo a quien tú amas y tiene una enfermedad muy grave. Los médicos dan pocos meses de vida y algunos incluso hablan de que no vale la pena seguir pagando tratamientos porque hay muy poca probabilidad de que se salve. Qué harías tú por tu hermana, o por tu mamá si estuvieras en esta situación? Te irías de su lado, sabiendo que no hay nada que hacer? o buscarías la manera, sin importar los diagnósticos médicos de salvarla? Es "muy poca probabilidad" lo suficiente para luchar por ella?

Siento que perdimos el amor por Venezuela porque pensamos que no tiene esperanzas de vida. Le dimos la espalda, nos la pasamos criticándola y cualquier país se ve mejor que este. Compararla de ésta manera es ver a la mamá de tu amigo y desear que fuera la tuya, sólo porque está enferma, y nosotros queremos una mamá sana. En fin, dejó de tener valor para nosotros, y luchar por algo que sencillamente no te importa es muy dificil.

Es esto cierto? Acaso perdimos la lucha? Entregamos el país?

Estoy cansado de encontrarme personas entregadas, rendidas por lo que le pasa a nuestro pais. Si aplicaras esto a tu madre enferma, ya la habrías visto morir.

Yo no pierdo la fé por este país. Para mi el venezolano no es flojo, ni conformista, ni cómodo. Para mi, la gente que vive y sufre este país todos los dias es digno de admiración. Debemos dejar a un lado fatalísmos estériles y criticas destructivas. Vamos a empezar por cambiar nosotros mismos, por amar a Venezuela, y las puertas se abrirán solitas hacia el camino que debemos seguir para tener el país que queremos.

Todos tenemos nuestros roles en ésta obra de teatro que se llama vida. Tenemos que encontrar cuál es el de cada quien y asumirlo. Cambiemos dentro de nuestro rango de acción lo que podamos cambiar en pro de ver materializada la Venezuela de nuestros sueños. Partamos de la premisa de conocer la situación actual y seamos lo suficientemente creativos para darle la vuelta y obtener los resultados que deseamos. De eso tenemos bastante, porque nosotros los venezolanos sabemos buscarle la vuelta a todo.

Cuando te encuentres a alguien hablando mal o criticando a Venezuela, haz lo imposible para cambiar esa opinión. Bríndale esperanza, bríndale fé por lo que seguramente es y será el mejor país del mundo. Los tepuyes se mantienen firmes en el tiempo y los paises sólo mueren cuando nace la desesperanza.

1 comentario:

  1. Hola que bonita entrada, de nuevo por tu casa, rescatando unos cuantos amiblogs que habia perdido! Venezuela hay que amarla. Dios tu familia y tu patria hay que amarlos!

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