lunes, 7 de marzo de 2011

De Amores Incondicionales...

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.

Carta de San Pablo a los Corintios 13, 1-13

En la incansable búsqueda de sentido a todo lo que vivimos, es inevitable buscarle imperfecciones y atajos al viejo amor. A esa cosa que nos atormenta, que nos alegra, que nos hace sufrir y a la vez es la energía que mueve al mundo.

El amor, quizá vivido por pocos, es un escurridizo sentimiento, que viene y va. Para mi el amor son los momentos, esos en que somos plenamente felices, en las que nos sentimos completos. Son esos momentos donde estamos dispuestos a dar todo, a cambio de nada. A entregar nuestras vidas, si fuera necesario, donde dar, es siempre más importante que recibir.

Quizá el primer error que comentemos es pensar que hay distintos tipos de amor; el amor por los hijos, por la pareja, por las plantas, por el arte, etc. Incurrimos en un gran error. Puede haber cariño, puede haber afinidad, quizá hasta atracción, pero el verdadero amor, no acepta limitaciones, no acepta calificativos. Al momento que tratas de limitar el amor, deja de serlo.

La unica condición que acepta el amor verdadero, es el convenio de la incondicionalidad. No existe nada que pueda romper o cambiar al amor, si es amor puro y sincero. No hace falta nada, y a la vez nada sobra. El amor es lo contrario a un vericueto, es un lugar fluido, donde no hace falta esfuerzo.

El amor por los hijos es un buen ejemplo. Cuando tu amas por la unica razón de que sientes que debes hacerlo, nada puede estar mal. Dar amor nunca es malo, dar amor a quien mas lo necesita es un acto bendito por los cielos. Si trasladáramos este principio a todo lo que amamos, muy diferente sería el mundo que vivimos hoy. El amor altruista es el unico amor.

Si dejáramos de humanizar el amor, y le permitiéramos su divinidad, quizá solo así, entendiéramos lo que realmente es, en su mas profunda esencia. No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual, si no seres espirituales, tratando de tener una experiencia humana. Percibirnos de esa manera es pretender limitarnos, fue y es nuestro peor error. El amor es la antítesis del tiempo, del espacio, de la razón. Tratar de definirlo bajo estos contextos, es desnaturalizarlo.

Cambiemos nuestra manera de percibir al motor que mueve al mundo, y quizá el mundo mismo cambiará. Cambiemos nuestra forma de entender el amor.


4 comentarios:

  1. gracias,hermoso, me toco directo en el <3

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  2. Me recuerda a la frase de una poeta haitiana que se llama Marie Celie Agnant, con la que justo conversé hace un año para el 7mo. Festival Mundial de Poesía aquí en Caracas, que decía que "el amor es generosidad". Bello tu post, gracias. Saludos

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