La vida es un flujo de cosas, experiencias, situaciones, que van y vienen constantemente. Este flujo se retroalimenta, es decir de alguna manera se recicla y por ende se repite. Por eso nos encontramos nuevamente con personas que teníamos tiempo sin ver, o con situaciones que ya nos han pasado, y tenemos la oportunidad de manejarlas en base a nuestro previo aprendizaje.
Alli, la importancia de ayudar a otros. De la manera que puedas hacerlo, así sea haciéndolos sentir bien a través de un consejo, una información, lo que sea, pero que se entregue sin pretensiones de recibir algo a cambio mas la satisfacción de haber ayudado a alguien.
Ayer en Expobodas, donde me encuentro actualmente como expositor, se me acercaron dos personas de apariencia muy humilde. Una pareja con todas las intenciones de casarse, se le veía en los ojos que estaban muy emocionados por estar allí. Me solicitan una cotización y percibo inmediatamente que les pareció un poco alto para su presupuesto y me pidieron una cotización un poco mas baja o para menos personas. Y son esos los momentos que ves dos buenas personas, que se merecen mucho mas de lo que tienen y te provoca ayudar.
Les pedí que me enviaran un correo, con sus nombres y las fechas del evento porque mi intención es que tengan la fuente en su boda no importa como sea.
Se siente bien poder brindar felicidad a otras personas. Poder ayudar, de la manera mas desinteresada posible solo para generar felicidad. Sin duda la vida lo retribuye, y quizá por eso, cuando necesito ayuda, siempre hay alguien que inmediatamente esta allí, o aparece de algún lado.
El universo trabaja de maneras poco convencionales, y por eso es que nos sorprendemos cuando vemos como todo se confabula, para obtener lo que deseamos. quizá este sea uno de esos momentos para esta pareja. Y yo honrado de formar parte de ese todo que genera felicidad.
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