Vacaciones y Contrastes

Por fin me digne a tomar unas bastante adeudadas vacaciones. Me vine a Curazao, un sitio donde viví cuando estaba pequeño. La isla siempre me ha estado entre los recuerdos mas felices de mi infancia, porque conoci gente de todas partes del mundo y aprendí a respetar el relativismo cultural, que señala que ninguna cultura o raza es mejor que otra, todo es relativo.

Saliendo de Venezuela la cosa se puso triste. no porque me iba, al contrario, creo que necesitaba salir de tanto rollo politico, pero además porque ver como el personal de Aeropostal trata a sus pasajeros en el aeropuerto. Gente mal aspectosa, pegando gritos solo en español cuando se trata de un vuelo internacional y por lo menos por cortesía lo deberían decir en ingles. Habia una mujer holandesa que no entendía ni papa lo que estaba pasando, y la mujer de Aeropostal ni se molestó en tratar de solucionarle. Solo le dijo "No te entiendo" y le volteo la mirada. No fue a buscar a alguien que hablara inglés, solo la ignoró como viendo a través de ella, como si fuera transparente. Yo le ayudé explicándole el desastre.

En contraste cuando llegas a un lugar como Curazao donde el turismo es importante para ellos, y se desviven por atenderte, asi no hablen bien el idioma. Una sonrisa, y lo mejor la voluntad de ayudarte en lo que sea. Y no hablo del hotel (que es espectacular por cierto) si no de la gente que va caminando por la calle y te ayudan como sea. Como es que una Isla a tan pocos kilómetros de Venezuela puede ser tan diferente, desde el punto de vista de la atención y la cordialidad de la gente, que en los últimos años ha declinado notablemente.

Sigo contando mis aventuras en Curazao en próximos posts.